Bodas en Santa Marta, haciendo realidad sus sueños
Santa Marta, por ser un destino de bodas en aumento, la demanda de Wedding Planning o Planificadores de Bodas se ha incrementado, debido además a las exigencias y necesidades de las parejas de hoy. Muchos esponsales de otras ciudades, al saber de las bellezas de Santa Marta y su entorno natural, se sorprenden y buscan la ayuda de un especialista a quien confiar su mayor deseo: casarse con la persona que aman en un lugar de ensueño. Y desde hace varios años Mary Fernández, quien dirige la agencia Bodas en Santa Marta, se ha convertido en la persona indicada para acompañarlos en el día más especial de sus vidas.
Gracias a su espíritu emprendedor, visionario y exigente, Mary ha sacado adelante esta empresa que solo en el 2016 planificó más de 36 bodas de personas de casi todos los rincones del mundo. A Mary no se le escapa el más mínimo detalle, ella organiza bodas únicas e irrepetibles.
Asegura que su pasión es heredada de su madre quien lleva 27 años como decoradora de bodas, y cuando comenzaron a trabajar juntas le propuso que se capacitara como Wedding Planning, y desde ese momento ha participado en diferentes cursos y seminarios alrededor del mundo conociendo el trabajo de grandes planificadores como Preston Bailey, el prestigioso organizador de bodas de celebridades, y trabajando junto a personalidades como Sandy Silvera de Panamá, Hilda Cedeño de Costa Rica, Carolina Ramírez de República Dominicana, y Carolina Muffon de Ecuador, quienes cada año se reúnen para impulsar los destinos de boda de sus ciudades o países.
“Para que los extranjeros se interesen por el destino, es necesario exhibir un excelente producto, mostrando estupendas fotografías y videos, por eso las personas con quienes trabajo son profesionales, además hay que tener una gran publicidad tomados de la mano con la Alcaldía, Gobernación, Secretaría de Turismo y Cotelco, todos ellos son los que hacen que este negocio crezca; si nos unimos, obvio que Santa Marta va a ser un punto de referencia para todos porque tenemos de todo”.
“Cuando muestro a Santa Marta en el exterior, la gente a veces no cree que todas las locaciones que enseñamos se encuentren en una sola ciudad. Por eso cuido que mis fotos y videos sean hermosos; a veces, cuando ven las fotos de la iglesia y los atardeceres samarios, la gente cree que es fotoshop y yo les digo que esos atardeceres los pinta Dios para los samarios. Nos preocupamos porque lo que encuentren los novios aquí sea real, no queremos mostrar fotos maravillosas y que luego se desilusionen porque no es lo que les vendí, por eso hay que cuidar mucho nuestro destino, porque estamos vendiendo una ciudad que realmente vale la pena defender y conservar para que la gente se enamore de ella y venga a invertir.
Mary Fernández asegura que en el momento en que una pareja la contacta, lo primero que hace es preguntarle cuál es el sueño que tienen y con su equipo de trabajo miran el portafolio de proveedores y comienzan la inmensa tarea de hacer cumplir esos sueños, “yo me convierto en los ojos de ellos acá”
“Generalmente las bodas de destino son al aire libre, las parejas no vienen a buscar salones encerrados, entonces les proponemos todas los lugares que tenemos aquí, a veces hay lluvia pero cuando es al aire libre se está atento a lo que pase, tenemos que afrontar lo que venga, así sea brisa, lluvia u otro tipo de evento”
“Los clientes que hemos recibido son de alto nivel, muy exigentes, por eso tenemos que cuidar todos los detalles, como la ambientación, el sonido, la tarima, las luces, que los baños estén limpios y arreglados, las mesas y las sillas bien decoradas, ofrecerles diferentes grupos musicales, que el catering sea de lo mejor, debemos tener buenas animaciones, buscar personas que cuiden los niños mientras los adultos estén bailando, traductores, en fin, una cantidad de personas que participan en la boda y eso es algo importante para la ciudad porque estamos generando muchísimo empleo, tanto directo como indirecto, y dejando ingresos económicos importantes para la ciudad”.
“El turismo y las bodas de destino se complementan y esas dos cosas son las que hacen que el destino crezca, sobre todo la gente que viene de afuera trae mucho dinero y viene a invertir acá; además, la boda no es solamente un día, las personas se quedan 3 o 4 días, se benefician los taxis del aeropuerto, los hoteles, en fin, a los destinos de boda vienen mínimo cuarenta personas y a veces más de 260, que ha sido el máximo que he tenido.
Mary Fernández realmente es una apasionada de esta profesión, le gustan los retos para materializar lo que los clientes sueñan y desean, eso la mantiene feliz y agradecida con Dios.
