¡Vámonos de tapas!
Fue un miércoles cuando Rocío Amorós, mi amiga catalana de visita en nuestro Caribe quien me llamó por teléfono y me sentenció, este viernes querido Mario nos vamos de Tapas, sorprendido le respondí: estamos en Santa Marta, aquí las únicas tapas que conocemos son las tapas de la ollas del sancocho, así que olvídate de tu tapas y mejor vayamos a comer unas salchipapas con coca cola light al lado del teatro Santa Marta. No te preocupes me respondió, en los cinco días que llevó en el Centro Histórico samario encontré tres lugares magníficos donde me he sentido bien atendida y sobre todo bien merendada.
Para los españoles así como la siesta, las tapas hacen parte de su cultura, y es la seña de identidad de su gastronomía, las tapas son una mini porción de algo para picar y acompañar una bebida que se sirve en los bares españoles. En algunos sitios son cortesía cuando pedimos una bebida o nos los venden aparte, y salir de tapas para ellos es recorrer diversos lugares durante la noche probando y tomando lo que ofrecen los diferentes sitios del lugar donde nos encontremos en España.
No se conocen ni la fecha ni el lugar exacto en el que, por primera vez, alguien tomó una tapa. Hay quienes le otorgan un origen campesino y otros origen real. Sin embargo, hay teorías que hablan de que fue el rey Alfonso X El Sabio el que dio origen a esta forma de comer: por prescripción médica tenía que tomar una o dos copas de vino diarias, y para evitar los efectos del alcohol acompañaba la bebida con unos bocados de cualquier comida. Existen otras teorías sobre su origen que en otra ocasión les contaré porque ahora quiero continuar mi experiencia de tapas en la ciudad.
El viernes convenido nos encontramos en la entrada de la catedral a las 9 en punto, nos fuimos directo a quizás el mejor restaurante de comida mediterránea en Santa Marta, Ouso, ubicado en el parque de los novios, a esa hora estaba repleto, muchos turistas nacionales y sobre todo extranjeros eran los comensales, pero mi amiga había reservado mesa y así que no había que preocuparse aquí nos tomamos tres cervezas y las tapas que pedimos no decepcionaron, a mi amiga le encantaron las de patatas con chorizo y yo quedé feliz con la de mejillones, luego subimos al segundo piso al Balcón de Uso, era la primera vez que subía y el concepto trendy nos pareció acogedor, decidimos probar las cervezas artesanales y con ellas nos acompañamos de tapas sugeridas por el barman, de las cuatro que comimos todas tenían buen sabor..
Por mi me hubiera quedado allí pero la idea era conocer otros lugares y a pocas cuadras nos fuimos a un sitio llamado Amargo, especialista en tapas en la 14 con tercera, con un ambiente juvenil y divertido allí encontramos a Carolina Fernández de Castro su administradora, quien calurosamente nos recibió y explicó el concepto que allí manejan sobre las tapas, ellos tienen 15 tipos diferentes, entre ellas las tradicionales españolas y las típicas colombianas como caribañolas, o en general los fritos pues también apuntan a que los turistas conozcan la comida local, además utilizan lo que este de temporada en el mercado, por ejemplo si el tomate está a buen precio aprovechan y hacen una buena salsa. Allí las que más me gustaron fue la tortilla española y a Roció una de queso manchego.
La verdad valió la pena salir de tapas con mi amiga, les recomiendo estos tres lugar que además de estar animados, lo atienden bien a uno y las tapas son exquisitas.
