Santa Marta, ideal para la celebración de bodas destino

Cada día son más las parejas de todo el mundo que escogen a Santa Marta para unirse en matrimonio, la ciudad continúa desarrollando su oferta para bodas y lunas de miel ajustándose a todos los gustos y presupuestos. Ya sea que las parejas estén buscando una boda tradicional o una recepción íntima y relajada, una boda en Santa Marta es una de las mejores opciones que existen hoy en día en el Caribe.

Sol todo el año, entornos variados y paisajes espectaculares, playas de ensueño rodeadas de hermosas palmeras, espacios de lujo, (como los que ofrecen muchos resort y hoteles), matrimonios religiosos y civiles, wedding planner o planificadores de bodas quienes ofrecen valiosas asesorías en cuestiones de documentación así como en la coordinación del día de la ceremonia, y la hospitalidad de los samarios caracterizados por su amabilidad y simpatía, son ingredientes de Santa Marta como destino de bodas.

Las parejas pueden unir lazos en una de las múltiples playas del Parque Tayrona, en una cascada o en algunos de los sectores de la Sierra Nevada, lejos de la zona turística, los cuales ofrecen un fondo estremecedor rodeado de los colores y sabores embriagadores que ofrece esta parte de Colombia.

En Santa Marta muchas parejas han utilizado infinidad de rincones para unir sus vidas, como en las iglesias de Gaira, Mamatoco o la Catedral en el Centro Histórico, diferentes espacios de la Quinta de San Pedro Alejandrino, hoteles boutiques, playas, fincas y haciendas bananeras y cafeteras y, algunos, con espíritu aventurero, han realizado bodas submarinas donde todos los invitados se sumergen en las cálidas aguas del mar Caribe viendo a los novios recibir los votos de unión marital en lo profundo del mar.

Aunque este destino es joven comparado con otras ciudades en América Latina, tiene otro ingrediente por el cual las parejas deciden venir aquí, y son los precios; los costos de una boda en esta ciudad pueden quizás salir a la mitad de lo que cuesta casarse en la Riviera Maya en México, o Punta Cana en República Dominicana, e incluso mucho más económico que hacerlo en Cartagena.

Hace algunos años las bodas de destino eran exclusivamente para celebridades y parejas muy ricas, pero en los últimos años se ha hecho accesibles a parejas que quiere incorporar un toque exótico. Según datos de ProColombia, cada boda representa un paquete a la medida de la pareja que contraerá matrimonio, por ejemplo, un matrimonio de 60 personas no baja de $30 millones y uno entre 80 y 100 invitados ronda los $100 millones. La inversión promedio para cada invitado es de aproximadamente cuatro millones de pesos, valor que puede subir o bajar dependiendo del tiempo que dure la celebración y las actividades que se realicen, así como el alojamiento, alimentación y transporte local, sin incluir los tiquetes aéreos.

Asimismo, en promedio, las bodas que incluyen extranjeros tienen una duración mínima de tres días y cuentan con la participación de aproximadamente 100 personas que, igualmente, están interesadas en conocer los atractivos de la región, degustar la culinaria local y comprar artesanías.

Las bodas de destino también son una solución cuando los invitados viven en diferentes países. En lugar de pedirles que viajen al lugar de residencia de los novios, se les pide que viajen a un destino exótico donde también podrán disfrutar unas vacaciones.

Las bodas de destino son mucho más que eventos de un día. Este tipo de viaje incluye actividades de grupo, servicios de spa, compras, además de la boda en sí y, en su mayoría, incluyen también la luna de miel.

Esa ocasión, que es única, se debe disfrutar al máximo junto a las personas que más se ama, sirve además para alejarse de lo convencional y puede ser el mejor comienzo de un matrimonio duradero, por eso los planificadores de boda no desperdician ningún detalle para mostrar lo mejor de Santa Marta.

Un matrimonio es una ocasión muy especial para reunirse con familiares y amigos, para reencontrarse con personas importantes en sus vidas y compartir con ellos este momento tan trascendental. Este día, aunque un poco atareado, será un día único, estará lleno de lágrimas pero también de sonrisas, de buenos deseos, de abrazos, y sobre todo de mucha felicidad, y Santa Marta es el lugar ideal para llevarlo a cabo.