¿Y el amor pa' cuándo?
Todos en algún momento nos hemos preguntado si el amor llegará a nuestras vidas, si de verdad llegará esa persona que nos ame hasta el final de nuestros días pero también muchos de nosotros en algún momento cuando miramos a nuestro alrededor nos preguntamos si de verdad eso es posible o aun peor… si de verdad existe. La pregunta real no es si existe, la verdadera pregunta es si estamos dispuestos a hacer del amor algo real en nuestras vidas.
El amor no es como lo pintan en los cuentos de hadas de Disney o de las películas que vimos de niños, o las famosas comedias románticas. Donde todo se da fácil y todos terminan felices. Aquí no trato de ser pesimista, trato de ser realista, si quieres un final feliz en tu relación de pareja hay que trabajar duro cada día desechar la teoría de las relaciones “desechables” es decir, lo que todos nos decimos a nosotros mismos cuando, o no queremos algo serio o cuando ves que te estas enredando mucho con un persona “si funciona bien y si no también… igual hay que experimentar en la vida” pero la realidad es que es el mero miedo hablando a voces increíblemente altas por el mismo temor de ser heridos. ¿Y sí no funciona? ¿Y sí no me quiere? ¿Y sí está jugando conmigo? ¿Será no lo tomo enserio? Y muchas otras preguntas que seguramente todos nos hemos hecho alguna vez, pero la verdad es que el amor es un campo de batalla, de esta manera lo expresó Pat Benatar en su canción “love is a battlefield” (el amor es un campo de batalla) y si te pones a pensar eso es precisamente lo que es.
Eres un soldado, un militante, preparándote para luchar, pero en tus manos está si luchas con valentía y tenacidad o te rindes ante las adversidades, si decides botar la toalla apenas todo se ponga negro o seguir hasta el final. Aunque cabe resaltar el hecho de que luches fuerte no significa que siempre ganarás tus guerras pero la vida es exactamente eso de luchar, caerte, levantarte y muchas veces sentirás dolor, no solamente con respecto al campo amoroso, con respecto a ¡todo! Pero después del invierno viene la primavera y quiero querido lector que tengas en cuenta esto, la vida es una sola, si tienes miedo a vivir, tú días y años pasaran como humo al final lamentaras el no haberte atrevido, si te gusta alguien, díselo, si quieres proponer matrimonio a alguien hazlo, pero no dejes pasar la oportunidad de saber qué pasaría si lo intentaras…
Ahora bien una relación de pareja es algo más que solo atracción física, es algo más que el sexo o las dulces palabras; cuando pasa la época del coqueteo lo que sigue es el verdadero campo de batalla no solo es el hecho de hacer que dure. Es en realidad hacer de cada día, mes o año que pasa algo especial. Ya pasa de la pura lujuria y “emoción” del galanteo de los primeros meses a establecer una relación de amistad, compañerismo, conexión real, lealtad, compresión. Y déjame decirte que estas cosas se trabajan día a día.
Un día escuche a una anciana, muy querida amiga mía decir lo siguiente “mi esposo y yo duramos 60 años de casados, nuestra relación no fue perfecta, hubieron altas y bajas, él era mi vida y yo era la de él, y aun después de tantos años nos escribíamos notas antes de que cada uno se fuera a su trabajo como solía el hacerlo cuando me estaba conquistando y aun después de estar pensionados esas notas las solía encontrar en mi cama al levantarme, o pequeños detalles como una flor o un desayuno en la cama, igual que yo con él, siempre procuraba ser comprensiva, atenta y creativa, la creatividad es importante dentro de un matrimonio y una clave fundamental para que funcione.
La magia nunca se fue, fue trabajo arduo el hacer que esa chispa nunca se esfumará pero cuando al uno le faltaban energías para continuar el otro era el sostén, de esa manera cuando tuvimos días en que solo quería dar un 20% mi esposo daba el 80% y viceversa. Un matrimonio feliz en su totalidad. Mi esposo murió hace 5 años a la edad de 80; vivir sola no ha sido fácil pero ahora recuerdo mis días junto a él como si fuese la mejor película de amor de todas porque fue nuestra, y los directores fuimos nosotros y el final no lo cambiaría por nada”
El amor propio también juega un papel importante pero hay que ser muy sabios a la hora de no confundir el egoísmo con este. El dar, el amar sin condiciones, ser tolerante, y sobretodo comprensivo son bases fundamentales. NO olvides amarte, pero tampoco olvides que parte de tu vida esta fusionada con la persona con la decides intentar esta travesía llamada amor.
Por ultimo quiero añadir que la confianza lo es todo, si la persona que tienes al lado no la consideras tu mejor amigo o amiga, tu cómplice, tu compañero de aventuras y tu confidente la relación se verá tarde o temprano prendida de un hilo, y si la relación está pasando por una prueba de fuego como la distancia, la confianza se tiene por obligación que volver tu más poderoso aliado. De lo contrario te verás ahogado en las amargas noches de sufrimiento y ansiedad debido a que crearás tormentas en tu cabeza que muy posiblemente ni existen.
Cree, confía en la persona que tienes a tu lado, de no ser así ni aunque estén cerca la relación funcionará. No te rindas, la historia de amor la escribes de tu y depende de ti. Date la oportunidad de creer en el amor. De hecho el amor no está ahí afuera como cuando cupido está buscando a quien disparar, la realidad es que el amor está en ti. Y tú eres quien toma la decisión de hacerlo realidad o no.